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1. Internet de las cosas y competitividad

 

La naturaleza cambiante de los productos en la línea de lo comentado en la sección anterior, así cómo las nuevas cadenas de valor, impulsan a las empresas a reestructurar prácticamente todo lo que venían haciendo a nivel interno. Efectivamente, los productos conectados pueden alterar la estructura de las industrias y la propia naturaleza de la competencia, enfrentando a las empresas a nuevas amenazas, pero también a interesantes oportunidades, afectando al diseño, fabricación y comercialización de estos productos [2].

No obstante, aunque IoT cambiará muchas cosas, los planteamientos sobre las reglas de la competencia y la generación de ventaja competitiva seguirán siendo bastante parecidas a las tradicionales. Para comprenderlo mejor, siguiendo a Porter & Heppelmann (2014), nos vamos a apoyar en el concepto de rivalidad ampliada, que establece que la competitividad de una empresa depende de cinco fuerzas fundamentales:

  • Poder de negociación de los clientes
  • Rivalidad actual
  • Amenaza de nuevos entrantes
  • Productos sustitutivos
  • Poder de negociación de los proveedores

En los próximos epígrafes analizamos en detalle cada una de esas cinco fuerzas, planteando ejemplos que ayuden a comprender mejor el efecto de los productos conectados sobre la posición competitiva de las empresas.