La domótica es un concepto previo a IoT y puede considerarse como la IoT de los hogares. Consiste en la integración de equipos electromecánicos, electrónicos, informáticos y de redes de comunicación en recintos cerrados para la gestión inteligente de la energía, seguridad y bienestar.
Un sistema domótico es un ámbito de aplicación de IoT ya que se caracteriza por captar información procedente de unos sensores o entradas, procesarla y emitir órdenes a actuadores o salidas. El sistema contiene una red local de comunicaciones entre los sensores y actuadores del hogar, pero también puede acceder a redes de datos exteriores.
La domótica contribuye a mejorar la calidad de vida del usuario de las siguientes formas [13] (Figura 9):

Contribuyendo al ahorro energético: gestiona inteligentemente la iluminación, climatización, agua caliente sanitaria, el riego, los electrodomésticos, etc., aprovechando mejor los recursos naturales, utilizando las tarifas horarias de menor coste, y reduciendo así, la factura energética. Además, mediante la monitorización de consumos, se obtiene la información necesaria para modificar los hábitos y aumentar el ahorro y la eficiencia.
Facilitando la accesibilidad: ayuda a las personas con discapacidades a utilizar los elementos del hogar, ajustándose a sus necesidades. También puede incluir servicios de teleasistencia para aquellos que lo necesiten.
Apoyando la seguridad mediante la vigilancia automática de personas, animales y bienes, así como detectando incidencias y averías. Puede incluir detección de intrusos, incendios, fugas de gas, inundaciones de agua, fallos del suministro eléctrico, etc., y realizar automáticamente acciones como cierre automático de todas las entradas y salidas, emisión y transmisión de alarmas personales, activación del sistema antincendios, etc.
Fomentando una vida más cómoda y saludable a los habitantes del hogar gracias a la gestión de dispositivos y actividades domésticas. La domótica permite local o remotamente (a través del teléfono móvil, por ejemplo) realizar acciones como abrir, cerrar, apagar, encender, regular... los electrodomésticos, la climatización, ventilación, iluminación natural y artificial, persianas, toldos, puertas, cortinas, riego, suministro de agua, gas, electricidad. Además, la domótica puede complementar la asistencia sanitaria, consultoría sobre alimentación y dieta, telecontrol y alarmas de salud, medicina monitorizada, cuidado médico, etc. También hace posible el mantenimiento de equipos a distancia (telemantenimiento).
Utilizando métodos de comunicación de datos convencionales para la supervisión y control remoto de la vivienda a través de dispositivos como el teléfono móvil, la tableta digital, o el computador personal. De esta forma se pueden recibir en cualquier parte que este el usuario avisos de anomalías e información del funcionamiento de equipos e instalaciones. La instalación domótica permite la transmisión de voz y datos, incluyendo textos, imágenes, sonidos (multimedia) con redes locales (LAN) y compartiendo acceso a Internet; recursos e intercambio entre todos los dispositivos, acceso a nuevos servicios de telefonía IP, televisión digital, por cable, diagnóstico remoto, videoconferencias, teleasistencia, etc.
