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2. El ciclo de Lean Startup

El proceso de Lean Startup se destaca por su ciclo "Crear, Medir y Aprender", que se convierte en el motor propulsor de la iteración constante (Figura 1). En este ciclo se transforma una idea en la creación del MVP, después se valida, es decir, se mide la respuesta del mercado (¿le gustara al cliente o generará interés?) y se aprende de esos resultados (¿continuamos o cambiamos algo?). Este ciclo repetitivo y ágil no solo acelera el tiempo de desarrollo de los productos o servicios que se pretenden sacar al mercado, sino que también proporciona una valiosa retroalimentación que guía las decisiones estratégicas.

Respresentación gráfica del ciclo de Startup
Figura 1. Ciclo de Lean Startup. Adapta de Ries (2011)

Crear

Es fundamental dar vida a esas ideas emprendedoras mediante la creación del MVP. Después, se lanza  al mercado y observa atentamente cómo responde. En esta etapa inicial, es crucial lanzar el MVP rápidamente y trabajar a un ritmo competitivo. El tiempo es esencial, y prolongar el lanzamiento de la idea puede resultar en oportunidades perdidas. Ya cuentas con una idea, un producto o una solución innovadora, la filosofía de Lean Startup, insta a salir del entorno seguro y ponerse en contacto directo con posibles usuarios de tu producto o servicio. Este enfoque no solo promueve la interacción directa con el mercado, sino que también enfatiza la importancia de validar las propuestas con la realidad del mundo exterior. Este contacto temprano con los usuarios proporciona información valiosa y permite realizar ajustes cruciales para el desarrollo del producto o servicio.

Medir

La medición desempeña un papel crucial en Lean Startup, ya que nos permite comprender que, aunque nuestra idea inicial pueda parecernos la mejor, es probable que durante el proceso descubramos valiosa información que nos conduzcan a giros significativos y a la necesidad de modificar nuestro producto o servicio. Este fenómeno es lo que se conoce en Lean Startup cómo pivotar.

Pero, ¿cómo se llevan a cabo estas mediciones en el contexto de Lean Startup?

Aquí es donde entra en juego lo que denominamos la contabilidad de la innovación. Consiste en establecer un punto de partida con datos reales a partir del MVP y definir indicadores clave de rendimiento que servirán como la base para construir nuestro modelo de crecimiento. Establecer esta base nos permite evaluar de manera efectiva el rendimiento de nuestro producto o servicio y nos brinda la flexibilidad necesaria para ajustar nuestra estrategia según lo requieran los datos y las demandas del mercado. Cuando evaluamos los datos de nuestros clientes objetivo, es fundamental considerar que el feedback puede ser de tipo cuantitativo (número de usuarios activos en la plataforma) y cualitativo (las opiniones personales y comentarios de los clientes). La clave reside en seleccionar una métrica relevante que ofrezca valiosas perspectivas sobre el interés de los usuarios en nuestro producto o servicio.

Aprender

El tercer componente fundamental de la metodología Lean Startup radica en la capacidad de la empresa para extraer conocimiento valioso tanto de los datos recopilados como del MVP. Este enfoque se basa en aprender de manera práctica, directamente de la experiencia de crear el MVP y comprender las necesidades del mercado. Más aún, la esencia del aprendizaje en Lean Startup radica en aplicar los conocimientos adquiridos para reiniciar el proceso. Este aprendizaje no es simplemente un punto final, sino más bien un trampolín para iniciar un nuevo ciclo. Se procede a tener una idea de cómo mejorar nuestro producto o servicio, crear un MVP mejorado y reinicia el ciclo de crear, medir y aprender.

En conclusión, el proceso de Lean Startup se basa en la experimentación y en la medición constante del rendimiento. Permitiendo que las startup aprendan rápidamente sobre lo que funciona y lo que no, y puedan mejorar continuamente sus estrategias. Esto evita la inversión excesiva en productos o servicios que no tendrán demanda en el mercado. Otro aspecto importante en esta metodología es el enfoque en el cliente. Lean Startup aboga por el desarrollo centrado en el cliente, asegurándose de que los productos o servicios aborden de manera efectiva las necesidades y deseos reales de los clientes.

Además, al adoptar un enfoque de aprendizaje validado se fomenta una cultura donde el fracaso se ve como una oportunidad para aprender y mejorar, lo que lleva a ajustes más rápidos y efectivos en la estrategia. Así como la validación continua de hipótesis a través de experimentos controlados es una práctica fundamental, ayudando a confirmar o refutar suposiciones antes de realizar inversiones significativas.

Asimismo, Lean Startup impulsa la agilidad empresarial al permitir a las empresas adaptarse rápidamente a cambios en el mercado, la tecnología o las preferencias del cliente. Esto, a su vez, contribuye a un desarrollo de productos más exitoso, ya que se basa en datos reales del mercado y la retroalimentación del cliente. Por último, la metodología contribuye a la optimización de recursos financieros al evitar la inversión innecesaria y reducir el desperdicio. En resumen, la metodología de Lean Startup proporcionan un enfoque sistemático y eficiente para desarrollar productos o servicio, validar ideas y gestionar riesgos. Esto aumenta las posibilidades de construir negocios exitosos y sostenibles en entornos empresariales dinámicos.

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