Según el tipo de plataforma podemos realizar la siguiente clasificación:
Ordenador
Los ordenadores destacan por su versatilidad y comodidad a la hora de instalar aplicaciones o juegos, ya que la interfaz para hacer que funcionen suele ser transparente para el desarrollador/a. Los juegos desarrollados para ordenador suelen contar con soporte para teclado y ratón, y algunos son exclusivos de esta plataforma debido a la necesidad de usar múltiples combinaciones de teclas que serían imposibles en un mando.
Consola
Ya sean consolas portátiles o fijas, la principal ventaja de este tipo de arquitecturas es que están diseñadas específicamente para reproducir juegos. Muchas tienen limitaciones por su fabricación o marca, lo que lleva a que los juegos de unas no funcionen en otras. También cabe destacar que el mercado para estas es más limitado, pues los desarrolladores/as tienen que pasar ciertas pruebas del fabricante antes de poder publicar de forma oficial un juego para dicha consola. Ejemplos de consolas son PlayStation 5, Xbox Series X o Nintendo Switch.
Móvil
Hoy en día, todo el mundo posee un teléfono móvil. Esto ha hecho que se cree un amplio mercado de oferta de juegos para aquellas personas que quieren disponer de ellos de una manera más cómoda que desde el ordenador o desde la consola. Suelen ser una plataforma ideal para jugadores casual o niños, ya que pueden usarse de manera esporádica mientras se espera en algún contexto.
Es cierto que los móviles suelen restringir el tipo de juegos que se pueden jugar, principalmente por sus características físicas. Por otro lado, la incorporación de una pantalla táctil abre muchas puertas a los desarrolladores/as para pensar toda clase de características que no son posibles en otros medios.
XR
XR es el compendio de tipos de tecnologías que crean nuevas realidades para quien juega. Incluyen VR (realidad virtual) y AR (realidad aumentada), entre otros.
Estas tecnologías son relativamente nuevas y siguen expandiéndose, pero ofrecen oportunidades para los desarrolladores/as que permiten explorar algunos aspectos no abarcables del modo tradicional. La realidad virtual, por ejemplo, crea situaciones mucho más inmersivas que permiten a la persona que juega adentrarse en las experiencias en primera persona.
