Si, es una estrategia didáctica muy adecuada porque combina aprendizaje activo, motivación y desarrollo de competencias transversales como el trabajo en equipo, resolución de problemas y pensamiento crítico. He podido comprobar que los estudiantes usan lo aprendido para resolver pruebas, lo que les ha facilitado la transferencia de conocimientos a situaciones reales o simuladas. Por ejemplo, sobre el "organigrama perdido" de un centro educativo, en la asignatura de Organización y Gestión Educativa, hay tarjetas con cargos y funciones de cada órgano (unipersonales, colegiados, coordinación docente y representación). En este caso, tienen que reconstruir correctamente el organigrama y asociar cada función con su órgano correspondiente.