Desde mi punto de vista como profesora universitaria, ser competente digitalmente es necesario para saber integrar las tecnologías educativas en los procesos de enseñanza-aprendizaje de mis estudiantes (plataformas digitales, inteligencia artificial o realidad aumentada). Además, tener una buena competencia digital me ayuda para hacer un seguimiento personalizado de cada uno de mis estudiantes, una evaluación más adaptada a sus necesidades y también me permite mejorar mi práctica docente.
