La búsqueda global no está activada.
Salta al contenido principal
Foro

Foro de debate módulo 3

Entre el lujo y la cotidianidad: el palacio

Entre el lujo y la cotidianidad: el palacio

de Dolores Villalba Sola - Número de respuestas: 9

Los palacios son fundamentales para conocer el desarrollo arquitectónico del arte islámico dado que dentro de ellos se formulan nuevos estilos, tipologías y por supuesto decoraciones. Los palacios son el reflejo del poder de los gobernantes, y tanto en sus espacios públicos como privados responden a la imagen que se quiere dar de un determinado periodo.  

Desde el origen del Islam, se difundió la idea del palacio como un “universo cercado”, en el que se establecían los espacios públicos necesarios para el ejercicio del poder y otros privados, para el príncipe. Un espacio siempre salvaguardado del exterior y que debía ser el reflejo del Paraíso en la tierra. Sin embargo, esos espacios también fueron el ámbito en el que se desarrollaba una vida cotidiana y reflejo de ello son algunos elementos que muchas veces escapan a nuestra atención. 

En este hilo queremos invitaros a descubrir el lujo de los palacios islámicos, pero también los elementos que nos hablan del desarrollo de la vida cotidiana entre sus paredes. Como ejemplo os acerco la ciudad palatina de Madinat al-Zahra, construida por orden de ‘Abd al-Rahman III, primer califa de al-Andalus, en el segundo cuarto del siglo X. La ciudad resplandeciente presenta restos del esplendor arquitectónico de los omeyas de Córdoba, pero también entre sus restos se localizaron objetos que nos hablan de su vida cotidiana: candiles para iluminarse, dedales que son un vestigio de que en la ciudad palatina también se cosía, copas y vasos de vidrio para beber. También objetos de lujo como la vajilla de loza dorada que ha sido recuperada. 

Imágenes: Candil y vaso de cristal recuperado en el conjunto arqueológico de Madinat al-Zahara. 

¡Visitemos los palacios islámicos! ¡Acerquémonos a su vida cotidiana! ¿Qué objetos y restos nos hablan de ella?

¡Anímate y participa!



En respuesta a Dolores Villalba Sola

Re: Entre el lujo y la cotidianidad: el palacio

de MARIA SALOME CALVO SANTOS -
A mi me gustaría exponer el Bote de Zamora (Píxide de Zamora) o también llamado el Bote de Subh. Para mi es uno más bellos ejemplos del trabajo de marfil y plata nielada realizado por los artesanos andalusíes en el taller palatino de Madinat al-Zahra (Córdoba) en la segunda mitad del siglo X. La eboraria siempre me ha parecido un trabajo muy delicado y precioso y en ello fueron especialistas.
Este tipo de objetos eran considerados exóticos y exclusivos, reservados a la familia califal y a los altos funcionarios del Estado. Servían para contener alhajas y perfumes. La inscripción en letra cúfica en el borde de la tapa lo identifica como un regalo del califa Al Hakam II para su favorita Subh, una de las mujeres más influyentes de la Córdoba Omeya y madre del futuro califa Hisam II.
Lo más curioso es la historia de su descubrimiento. Se desconoce la fecha en la que entró en la catedral de Zamora. La primera referencia es del año 1367 donde figura como parte del tesoro catedralicio al igual que un conjunto de arquetas islámicas. Su singularidad y su valor fue descubierto en 1903 por el matrimonio Gómez-Moreno cuando recopilaban información para un volumen dedicado a Zamora. En 1911 el cabildo catedralicio de Zamora lo vendió a un anticuario madrileño pero ante el temor de que la pieza saliese de España, su descubridor Gómez Moreno alertó a las autoridades acabando el tema en las Cortes de España con la intervención del gobierno y José Canalejas. Finalmente la pieza, tras este proceso, fue comprada y depositada en 1911 en el MAN donde se exhibe en su colección permanente.
El bote abandono temporalmente el MAN para incorporarse como pieza estrella en la exposición de Las Edades del Hombre en el 2001, volviendo al lugar donde fue descubierto en 1903. Saludos
En respuesta a MARIA SALOME CALVO SANTOS

Re: Entre el lujo y la cotidianidad: el palacio

de Dolores Villalba Sola -
Buenos días, María Salomé

El Píxide de Zamora es una magnífica obra de la eboraria omeya que bien merece ser conocida por tus compañeros.

Muchas gracias por introducirlo,

Un saludo,
En respuesta a Dolores Villalba Sola

Re: Entre el lujo y la cotidianidad: el palacio

de ANTONIO JESUS MARTIN NOGUERA -
Buenas tardes, en una noticia habla de un encuentro(lugar) Granada, en plena Vega, un agricultor dio con algo que nadie esperaba encontrar bajo la tierra. No era una mina, ni un pozo, ni una cueva cualquiera. Lo que apareció aquel día escondía siglos de historia y un enigma que todavía hoy sigue dando que hablar. Un monumento romano enterrado que durante mucho tiempo se confundió con otra cosa, y que acabó convirtiéndose en uno de los hallazgos más extraños de toda la provincia.

La historia empieza hace más de cien años, cuando Francisco Serrano Rodríguez, al que todos en el pueblo llamaban El Toleo, araba tranquilo sus tierras en la zona de La Matagrande, en Gabia Grande. De pronto, el arado chocó con algo duro. Pensó que había topado con una veta o quizá con una vieja mina. Pero cuando empezó a cavar y vio aparecer muros de piedra y una galería, entendió que aquello no era normal. Había encontrado algo mucho más grande. Con el tiempo se supo que lo que El Toleo había sacado a la luz era un criptopórtico romano, una construcción subterránea que formaba parte de una villa de lujo. Tenía pasadizos, escaleras y cámaras con restos de mosaicos. Pero durante años, incluso siglos, se creyó que aquel lugar era otra cosa: un baptisterio paleocristiano. Y no fue hasta mucho después cuando los arqueólogos lograron aclarar que, en realidad, bajo aquel terreno dormía parte de la Roma más desconocida de Granada.

El monumento romano que desconcierta a Granada
El hallazgo de Francisco Serrano Rodríguez fue algo que enseguida todos comentaban en la Vega de Granada. Algunos hablaban de una cueva misteriosa, otros de una antigua mina. Pero cuando los arqueólogos llegaron, se dieron cuenta de que estaban ante algo mucho más serio. Aquel conjunto de pasadizos y cámaras pertenecía, en realidad, a una villa romana del siglo IV, con restos de mármoles, mosaicos y piezas de plomo. La galería principal medía más de treinta metros y en su centro había una pileta octogonal a la que se llegaba por una escalera de caracol. Un diseño que, para su época, rozaba la perfección técnica.
En respuesta a Dolores Villalba Sola

Re: Entre el lujo y la cotidianidad: el palacio

de Ariadna Navarro Sánchez -
A mí me gustaría hablar sobre el dedal de hueso. Es un hallazgo que nos permite ir más allá del lujo y el protocolo de los palacios islámicos, como Madinat al-Zahra. Es un objeto humilde y funcional que muestra la prueba material de dos realidades esenciales.
Por un lado, la actividad doméstica, su existencia confirma que la costura era una actividad cotidiana en el palacio. Implica la confección y el mantenimiento de las lujosas vestimentas y los textiles necesarios para la corte califal.
Por otro lado, la presencia de servidumbre, al ser un objeto de trabajo y de material sencillo (hueso), señala la presencia de una importante población de servidumbre o de mujeres dedicadas a los oficios domésticos.

En resumen, el dedal de hueso simboliza que el palacio no era solo un centro de poder, sino también una ciudad habitada donde las necesidades prácticas y el trabajo diario sustentaban el esplendor oficial.
En respuesta a Ariadna Navarro Sánchez

Re: Entre el lujo y la cotidianidad: el palacio

de Dolores Villalba Sola -
Buenas tardes, Ariadna

Has elegido un ejemplo perfecto que nos habla de la vida cotidiana dentro de los grandes palacios. Y no solo de ello, sino también del papel de la mujer en estos espacios, dado que es una actividad, la de la costura, relacionada con las mujeres en este periodo, si bien poco visualizada y en parte denostada a lo largo de la historia.

Muchas gracias por tu aportación,

Un cordial saludo
En respuesta a Dolores Villalba Sola

Re: Entre el lujo y la cotidianidad: el palacio

de Mónica Merlos Molina -
En el Museo de la Alhambra se conserva una de las obras maestras de la cerámica universal: El Jarrón de las Gacelas. Fue realizado en periodo nazarí, en época del sultán Muhammad V, hacia 1370-80, en los talleres nazaríes de la ciudad palatina de la Alhambra, para su uso decorativo en alguna de la qubbas. Durante varios siglos estuvo ubicado a la intemperie, lo que ha dejado su huella en el jarrón. Presenta diferentes motivos decorativos que se muestran sobre fondo blanco en azul y dorado. En su contorno se repite en una franja epigráfica en cursivo las palabras “la felicidad y la prosperidad”. Las cuatro gacelas que aparecen en su cuerpo dan nombre a esta obra cumbre de la cerámica medieval.
En respuesta a Dolores Villalba Sola

Re: Entre el lujo y la cotidianidad: el palacio

de isabel matilde lopez maria dolores -
Buenas tardes.
A mi me han resultado curiosas las piezas de ajedrez encontradas en La Alhambra, talladas en hueso o marfil, pequeñas y sin figuras humanas, por respeto a la prohibición islámica de representar personas. El ajedrez era considerado un juego de inteligencia y estrategia muy apreciado por musulmanes y visires. Algunas piezas encontradas en Córdoba y Granada son cilíndricas y cónicas, representando los diferentes rangos del tablero con la forma y el tamaño, no con la figura. El ajedrez se considera una metáfora del gobierno: el rey debía proteger a su pueblo (piezas menores) con estrategia e inteligencia. Se han conservado poemas árabes que mencionan el ajedrez como "el espejo del poder". El ajedrez servía tanto para entretener la mente como para exhibir el ingenio ante los demás cortesanos. Los visires jugaban partidas mientras discutían asuntos políticos.