El flamenco surgió en en el siglo XV como una manifestación artística que reflejaba las emociones, penas y vivencias de estos grupos, fusionando influencias musicales árabes, judías, castellanas y gitanas. La interacción entre la comunidad baja de Andalucía y los gitanos, sumada a la propagación del cante y el baile flamenco o "jondos" convierto a los gitanos en transmisores del un nuevo arte que también facilitó la incorporación de múltiples vocablos del caló al español, particularmente en Andalucía. Específicamente, el flamenco desempeñó un papel crucial en la difusión de estas palabras, dado que numerosos artistas formaban parte de la comunidad gitana o eran influenciados por ella. Además, desde la mitad del siglo XIX, las clases privilegiadas de España demostraron una intensa atracción por el modo de vida y el idioma gitano, lo que, unido al crecimiento del "flamenquismo" en Madrid, propició su expansión. Aún así en la mayoría de los casos de asociaba a sectores marginados de la sociedad y la visión que tenía la sociedad del flamenco no siempre fue positiva.