Foro del Módulo 1

La menor relevancia de las cantaoras en comparación con las bailaoras en la época de los cafés cantantes se debe a varios factores.
Principalmente, la tradicional división de funciones asociaba mayoritariamente a las mujeres al ámbito del baile, debido a su vinculación con el cuerpo y su alta carga de sensualidad.
Además, las mujeres que trabajaban en los cafés cantantes eran estigmatizadas socialmente, ya que estos lugares eran considerados centros de vicio y degradación. Esta estigmatización social afectaba negativamente la reputación de las cantaoras, limitando su participación y reconocimiento en el cante profesional.
También existía un estereotipo que asociaba a las mujeres con los cantes más livianos, reservando los estilos más solemnes y difíciles para los hombres, lo que contribuía a la desvalorización de las cantaoras.

La mejor relevancia de las cantaoras en comparación con las bailaoras durante la época de los café cantantes, se debe a varios factores interrelacionados entre ellos, como son: el papel de la mujer en aquella época, el carácter del cante frente al baile, lo atractivo del baile, la sexualización de la bailaora (debido a su exotismo andaluz), la falta de referentes femeninos en el cante y el papel de los cafés cantantes como espacios masculinos. A pesar de estos inconvenientes también hay que mencionar que hubieron cantaoras que desafiaron estás normas y dejaron huella en este ámbito.

Buenas tardes, en relación a la pregunta planteada, habría que considerar que en la época de los cafés cantantes, el público era mayoritariamente o casi exclusivamente, masculino, por lo que el atractivo del baile, su libertad de movimiento, sus vuelos y zapateados, así como el braceo, generaba más animación y admiración en el respetable que el cante de mujeres quienes en muchas ocasiones se autoacompañaban a la guitarra. Del mismo modo, en los espectáculos de los cafés cantantes la figura del bailaor o bailaora dominaba la escena acaparando el centro de atención, quedando el toque y el cante en segundo plano, salvo en los casos de grandes figuras del cante que se emulaban a las figuras del Toreo. No obstante, en las familias flamencas, las mujeres mayoritariamente han sido verdaderos eslabones en la transmisión oral de los cantes a las generaciones siguientes, siendo por tanto vitales para la trasnmisión del flamenco aunque en origen no tivieran mucho predicamento en los espectáculos de los cafés cantantes.

La menor relevancia de las cantaoras en contraposición con las bailaoras en la época de los cafés cantantes se debe principalmente a: el predominio del baile como espectáculo visual, había unos roles de género en la sociedad en los que las bailaoras solían ser mujeres y los hombres actuaban como cantaores(la mujer tenía una menor presencia en el cante jondo, reservado principalmente para figuras masculinas.), la estructura del espectáculo favorecía a los bailaoras y dejaba a las cantaoras en segundo plano y las mujeres que querían dedicarse al cante flamenco tenían más dificultades para profesionalizarse y obtener reconocimiento.

Los compañeros ya han contestado a la pregunta y estoy de acuerdo con ellos. He encontrado información que me parece curiosa en donde los cantes flamencos de mujer fueron solicitados para estar incluidos en las primeras grabaciones de los cilindros de cera y en la posterior discografía de gramófono. Tras los altibajos que sufrieron en el transcurso de los años, por suerte para el cante femenino y por supuesto para el flamenco, hubo una gran aportación de grandes representantes femeninas flamencas que formaron su propia escuela de gran influencia en cantaores y cantaoras posteriores. A partir de entonces, los cantes femeninos volvieron a situarse en el lugar donde siempre estuvieron, junto a sus compañeros varones, conformando ambos el legado histórico de los cantes flamencos.

Y no digamos de las mujeres al toque!, Aunque siempre ha habido incluso cantaoras que se acompañaban ellas mismas detecto poca presencia antes y ahora, o poco se habla de ellas.

En lo que respecta la menor relevancia de las cantaoras en comparación con las bailaoras en la época de los cafés cantantes , integra varios factores:
El baile flamenco, concretamente femenino, brindaba un espectáculo visualmente más atractivo (sin eliminar el degrado hacia las mujeres) para el público de los cafés cantantes. La gracia, la sensualidad y la expresividad del baile femenino cautivaban al público, lo que generaba una mayor demanda de bailaoras.
En aquella época, el público de los cafés cantantes buscaba entretenimiento y espectáculo, y el baile sensual femenino ofrecía un componente visual más dinámico y vulgarmente atractivo que el cante.