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2.2. Tipología de fundadores y roles del equipo

 

Se dice de manera coloquial que para crear una empresa, las personas pueden aportar tiempo o dinero, o ambos. Dicho de otra manera, en un equipo de fundadores están las personas socias que aportan solo trabajo, las que aportan solo capital financiero, o las que aportan ambas cosas (en igual o en diferente proporción). Lo idóneo sería tener un equipo integrado por personas del tercero de los grupos, sin embargo, no siempre es posible. Por ejemplo, si una persona quisiera lanzar una app en el sector deportivo por tener experiencia en el sector mencionado, pero carece de conocimientos tecnológicos para el desarrollo del producto y no dispone de dinero para contratar a una empresa de software o a un desarrollador, sería una buena idea incorporar a un miembro que hiciera esa tarea, siendo su trabajo lo que aportará a la empresa. Por el contrario, puede darse el caso de que haya socias y socios capitalistas que solo estén interesados en invertir su dinero sin involucrarse en el desarrollo del proyecto. 

Como hemos indicado antes, lo normal es que las emprendedoras y emprendedores aporten capital y un conjunto de recursos asociados a sus conocimientos, experiencia o competencias personales que se traducen en contactos para el desarrollo del negocio, horas de trabajo técnico especializado, búsqueda de clientes y de inversores, y un largo etcétera de tareas que irán siendo asumidas por los integrantes del equipo. La valía de los recursos aportados y del dinero determinarán el porcentaje de capital en la nueva empresa, que puede ser igual o diferente entre las socias y socios. Además, dependiendo de su número y del tipo de aportación, trabajo y/o dinero, y de sus propios objetivos en la empresa, se podrán ir configurando los primeros roles.

En un principio, es normal que todas las personas con dedicación a la actividad hagan un poco de todo y sean mujeres y hombres orquesta que, además de estar especializadas en un área o trabajo particular, apoyen en todas las tareas (recuerde la tipología de personas tipo T). A medida que la actividad se vaya consolidando, será necesario empezar a establecer funciones más estables e identificables con las áreas clave de la empresa. 

En concreto, hay tres funciones básicas que deberían estar presentes o ser asumidas por las fundadoras y fundadores en un primer momento, como son el rol de liderazgo o de cabeza visible del proyecto, llevando las relaciones públicas con inversores, instituciones o clientes y el control económico y financiero en la primera etapa; el rol encargado de la parte comercial y de marketing, con la responsabilidad de dar a conocer el producto o servicio entre los clientes y aumentar las ventas;  y el rol de responsable de la tecnología, sobre todo en empresas tecnológicas, o si no fuera el caso, de responsable del desarrollo del producto o servicio en sus aspectos más operativos. Estas tres funciones se corresponden, respectivamente, con los conocidos cargos de Director ejecutivo o CEO (Chief Executive Officer), Director de marketing o CMO (Chief Marketing Officer) y Director de tecnología CTO (Chief Technology Officer).

Estos perfiles iniciales irán evolucionando a medida que la empresa vaya creciendo y ampliando su ámbito de operaciones y mercados. La tipología de roles, en cualquier caso, dependerá del producto o servicio, del grado de digitalización y tecnología, del sector y del tamaño de la empresa, dando lugar a otros perfiles diferenciados con mayor grado de especialización. Con el crecimiento, la empresa pasará de tener un equipo de fundadores, que se ocupa de todo, a incorporar profesionales para formar un equipo de dirección.

A continuación se muestran algunos de los puestos de responsabilidad más frecuentes, sin pretender exhaustivos en su enumeración, que pueden formar parte del C-level.

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