De la misma forma que la gran crisis financiera de 2008 cataliza cambios en la arquitectura financiera internacional y europea, con la introducción de nuevas funciones, instrumentos e instituciones, el reto climático está aglutinando nuevas iniciativas ambiciosas y coordinadas.
En 2015, las Naciones Unidas adoptaron la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), un conjunto de objetivos universales en áreas de acción esenciales vinculadas al desarrollo sostenible. Los ODS no sólo abordan cuestiones socioeconómicas de gran relevancia, sino también desafíos ambientales apremiantes asociados al Antropoceno, como el cambio climático. La integración de un objetivo climático específico –SDG 13– en los ODS es primordial ya que el cambio climático es una amenaza global y urgente que compromete la realización de todos los ODS. La implementación de este objetivo por parte de España será objeto de estudio en la última unidad del presente módulo. Sin embargo, el hecho de que los ODS se centren en cuestiones relacionadas con el actual patrón de crecimiento económico y el paradigma de desarrollo podría impedir enfrentar la crisis climática y las desigualdades e injusticias asociadas con la misma.
Pero ¿hasta qué punto los ODS promueven el progreso hacia el logro de la justicia climática o si, por el contrario, mantienen el statu quo? Reflexione sobre esta cuestión.