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1. Ciclo de vida de las empresas

 

Las empresas suelen pasar por diferentes fases en cuanto a su nivel de desarrollo y de madurez que, como veremos luego, va íntimamente ligado a la necesidad o recomendación de un tipo de financiación u otra. Generalmente y lo más consensuado en todos los foros es dividir la vida de las empresas en cinco etapas: preseed, seed, crecimiento (series A), expansión (series B) y growth/salida.

Etapa Preseed

Esta etapa es la más inicial del desarrollo de la empresa y se basa en la búsqueda de una idea de negocio y trabajar en la validación que permita llevar a cabo su implementación. Normalmente no suele haber equipo más allá del equipo promotor o fundador y el objetivo principal de esta fase es la de validar la idea de negocio mediante la demostración de aceptación por parte de esos usuarios o espectro del mercado hacia el que está dirigido el negocio. Se suelen producir las primeras ventas que son esta validación inicial y estos primeros clientes suelen conocerse como early adopters y son clave en el desarrollo de modelos de negocio de este tipo. 

En esta fase se debe de hacer un completo estudio de mercado, elaborar un plan de negocios detallado sin obsesionarse demasiado por los datos financieros en cuanto a resultados, pero sí teniendo en cuenta todas las partidas, costes y demás que hay y existirán en el negocio a medida que vaya desarrollándose. En términos de inversión, cuando se invierte en estas etapas, principalmente se hace apostando por los promotores del proyecto y no tanto por el negocio ya que en fases tan incipientes es difícil predecir cómo va a ir.

Etapa Seed

En esta etapa ya existe una primera fase del proyecto o solución que se ofrece al mercado y se está desarrollando, aunque está lejos de ese producto ideal que se sueña. Aún así, sí que tiene todas las funcionalidades básicas y necesarias que hacen que sea atractivo para el cliente y diferente de posibles soluciones que haya. En esta etapa se deberían de generar los primeros ingresos y el equipo promotor debería de ser capaz de ir implementando las mejoras que vayan apareciendo tras el feedback de los primeros usuarios.

Series A

Aunque en esta etapa la compañía ya ha validado su producto o servicio con respecto al mercado el riesgo sigue existiendo, sobre todo a nivel operativo, ya que muchos de los procesos aún no se han profesionalizado ni estandarizado. A nivel estrictamente de negocio esto puede ser crítico en algún momento, pero a nivel puramente de modelo de negocio debería de haberse alcanzado ese famoso ‘product market fit’, es decir, ese encaje en el mercado y hueco a nivel de clientes que pagan de forma recurrente por el servicio o producto. En un negocio tradicional sería el momento de consolidar la estabilidad de la compañía y empezar a articular un crecimiento sostenido por los ingresos generados y, en términos de startups, sería el momento de acceder a capital riesgo que haga crecer exponencialmente la compañía para afrontar la recta final del ciclo de vida de una startup.

Series B

Esta etapa se caracteriza principalmente por la consolidación del modelo y ello conlleva poder hacer previsiones financieras mucho más acertadas ya que los aprendizajes de las etapas anteriores sumados al conocimiento adquirido hacen que se puedan y deban planificar los años posteriores con un nivel de precisión alto. La empresa ha demostrado su viabilidad y en esta fase suelen plantearse los saltos a diferentes países o verticales de negocio ya que se da por controlado y establecido el foco principal de negocio para el que nació la empresa.

Growth/Salida

Suele ser la etapa final para muchas compañías, principalmente startups, aunque ya veremos que también aplica a empresas tradicionales. Como se comentaba anteriormente, las startups nacen principalmente para alcanzar esta etapa así que, si todo ha ido bien, se suele producir un cambio en la gestión porque normalmente la startup es adquirida por alguna multinacional que quiera incorporar la solución que esta compañía solventaba y para la multinacional es más barato adquirir algo que ha validado el mercado que ponerse a crear desde cero y tratar de variar su rumbo. 

Por otro lado, en cuanto a la empresa tradicional, suele ser el momento de cambios generacionales en la gestión o bien, en caso de empresas tradicionales muy grandes, de hacerse públicas, es decir, cotizar en alguno de los mercados regulados que existen. Ahí, al igual que el ‘exit’ en términos de startup la compañía tradicional pasa a ser propiedad de esos accionistas que compran acciones de la misma.

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