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4. Etapas del proceso de transferencia de conocimientos

 

El modelo de Graham propone una serie de etapas que no son necesariamente secuenciales y que pueden experimentarse de forma iterativa. Este proceso promueve la aplicación y el uso de los conocimientos y garantiza que los conocimientos procedentes de la investigación o de la práctica puedan influir en la acción y la toma de decisiones. El ciclo propone identificar el problema que requiere la transferencia de conocimientos y las necesidades de los potenciales usuarios de los mismos, así como identificar la brecha entre los conocimientos a transferir y los conocimientos y prácticas actuales en la materia. También propone adaptar los conocimientos al contexto local, identificar los factores que facilitan o dificultan el uso de los conocimientos, seleccionar y adaptar la estrategia y las actividades y supervisar el uso de los conocimientos, evaluar los efectos y promover la sostenibilidad del uso de los conocimientos.

En primer lugar, hay que tener en cuenta los tres tipos de uso de conocimiento más frecuentemente descritos son: uso conceptual, uso instrumental y uso persuasivo 16.

Como se muestra en la figura 1, desde la producción del conocimiento hasta su uso, hay que seguir una serie de etapas: producción, adaptación, difusión, recepción, adopción, y apropiación y, finalmente, el uso del conocimiento. Estas etapas no se suelen seguir de forma lineal, pero sirven como puntos de referencia para situarse dentro de un proceso en el que son posibles muchas idas y vueltas. Cada una de estas etapas aporta una contribución específica al proceso de transferencia de conocimientos: 

Producción

En primer lugar, para que los conocimientos se utilicen, deben producirse y luego adaptarse para el público al que van dirigidos. No utilizaremos el mismo lenguaje ni el mismo formato de presentación para, por ejemplo, una persona mayor que para una persona joven con mayor aceptabilidad tecnológica. Es esencial seleccionar la información que sea relevante para ellos y evitar ahogarla en detalles que les interesen menos. Es importante adaptar el formato y el lenguaje utilizado antes de difundir la información. Esto implica conocer las características del público objetivo. Por ejemplo, ¿conocen los términos técnicos y cuáles son sus preocupaciones? El objetivo es hacer que los conocimientos sean comprensibles para el público al que van dirigidos.

Difusión

El siguiente paso es la difusión. Hay que esforzarse por hacer llegar los conocimientos a los usuarios. Este paso, por tanto, pretende hacer accesible el conocimiento a los usuarios potenciales a través de diferentes canales de comunicación. Las estrategias de difusión dependen de la naturaleza de los conocimientos que hay que transferir, de los objetivos que hay que alcanzar y del público al que hay que llegar.

Adopción 

Hay varios factores que influyen en la adopción de conocimientos. Si los conocimientos son adoptados por los usuarios, la cuestión es cómo ponerlos en práctica. ¿Qué condiciones deben darse para aplicar los conocimientos?

Apropiación

En la fase de apropiación, los usuarios integran los nuevos conocimientos en su saber, su experiencia y su saber hacer. ¿La información contenida en las herramientas de TC corresponde a un interés o necesidad del público objetivo? Es importante identificar las vías de actuación para promover la apropiación.

Ejemplo

Intentemos ahora ilustrar este ciclo con un ejemplo concreto de acción contra la malaria, citado por Dagenais 17. El paludismo es una enfermedad infecciosa causada por un parásito del género Plasmodium que se transmite por la picadura de ciertas especies de mosquitos. Varias investigaciones señalan la efectividad de una intervención que consiste en que las personas duerman bajo mosquiteras tratadas con insecticidas de larga duración (MILD) para combatir las picaduras y la malaria 18

En muchos países se han llevado a cabo campañas clásicas de distribución de MILD para combatir la malaria, basada en la distribución de estas por parte de las oficinas municipales y la distribución se anuncia en la radio del país. Desafortunadamente, estas campañas han acabado en fracaso, ya que algunas familias no han tenido acceso a sus mosquiteras y otras las han utilizado para otros fines, por ejemplo, como redes de pesca. Las personas que dirigían estas grandes campañas, no dominaban necesariamente los enfoques, las estrategias y las actividades óptimas para TC. Lamentablemente, una campaña de este tipo se basa con demasiada frecuencia en actividades de difusión pasiva, que son ineficaces. En este caso los mensajes de radio. 

Para una TC efectiva se podrían haber realizado, utilizando el modelo de Graham, un análisis de situación y de necesidades en las familias para ver el uso o no uso actual de los LLIN, y también podrían haber analizado la necesidad de adaptar los LLIN a las necesidades de determinadas familias, por ejemplo, disponer de LLIN más grandes para las familias con una sola cama. También podrían haber intentado identificar los factores que facilitan o dificultan el uso de los LLIN. Además, podrían haber seleccionado y adaptado las actividades utilizando el mensaje de la radio, pero también otros mecanismos de mayor acceso a toda la comunidad. 

Asimismo, podrían haber supervisado el uso de los conocimientos y podrían haber evaluado los resultados mediante el seguimiento de indicadores, por ejemplo, el número de familias que utilizan los LLIN, o el número de personas diagnosticadas de malaria. Por último, podrían haber promovido la sostenibilidad del uso de los conocimientos aplicando diferentes estrategias para recordar a las familias la importancia de utilizar los LLIN periódicamente. 

Históricamente, algunos profesionales han aprendido a adoptar un enfoque experto, a veces incluso algo directivo y jerárquico, en sus interacciones con la comunidad. Este enfoque suele ser tener resistencias por los futuros usuarios. Cuando dirigimos procesos de TC que pretenden provocar cambios importantes es necesario avanzar hacia procesos multidireccionales, con los profesionales como facilitadores para los usuarios del conocimiento, movilizando sus puntos fuertes, sus conocimientos y estimulando su autonomía, y evitando adoptar un enfoque directivo, salvo en casos de emergencia. 



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