El Software Libre puede aportar numerosas ventajas a las empresas:
- Al no haber licencias, es más económico
- La libertad de uso y redistribución
- Una independencia tecnológica importante en un mercado tan cambiante
- Está basado en formatos estándar
- Sistemas más seguros o al menos más rápidamente securizables
Pese a ello, es difícil que una empresa apueste por el software libre para sus procesos críticos.
¿Qué factores, en vuestra opinión, pueden llevar a una empresa a preferir pagar licencias que a usar SL? ¿Qué propuesta de valor podría ofrecer la comunidad de software libre para ser competitiva?
Hola,
Una empresa puede preferir pagar licencias a usar software libre por el simple hecho de que es "gratuito" sin valorar los beneficios que puede aportarle a una empresa.
La comunidad de software libre podría poner en valor que es más seguro y tiene menos fallos . Al intervenir cualquier persona cuando se detecta un
fallo, un error o una amenaza la resolución es muy rápida. Asimismo aporta mejoras continuas sin coste extra.
Silvia
Una empresa puede preferir pagar licencias a usar software libre por el simple hecho de que es "gratuito" sin valorar los beneficios que puede aportarle a una empresa.
La comunidad de software libre podría poner en valor que es más seguro y tiene menos fallos . Al intervenir cualquier persona cuando se detecta un
fallo, un error o una amenaza la resolución es muy rápida. Asimismo aporta mejoras continuas sin coste extra.
Silvia
Gracias por la respuesta, Silvia. ¿Qué me puedes decir de la usabilidad del software libre?
No he utilizado nunca software libre pero pienso que su usabilidad es fundamental para que sea una alternativa real.
"Si algo requiere mucho tiempo, es menos probable que acabe utilizándose o si algo es complicado de utilizar simplemente no lo usaré demasiado". Principio de usabilidad. Steve Krug
Un saludo,
Silvia
"Si algo requiere mucho tiempo, es menos probable que acabe utilizándose o si algo es complicado de utilizar simplemente no lo usaré demasiado". Principio de usabilidad. Steve Krug
Un saludo,
Silvia