Una de las soluciones destacadas en el ámbito de la economía circular se basa en la transición del modelo tradicional de adquisición y posesión de bienes hacia un enfoque de pago por uso. Un ejemplo concreto de esta perspectiva lo encontramos en Simplr, una plataforma española que ofrece una amplia gama de productos y servicios necesarios para la vida diaria mediante un modelo de economía de suscripción. En este sentido, l@s usuari@s pueden acceder a dichos productos y servicios sin la necesidad de poseerlos de forma permanente, sino abonando únicamente por el período de uso. Esta propuesta plantea cuestiones interesantes: ¿Cómo te sentirías al desligarte de la posesión material y enfocarte en el acceso a los bienes? ¿Crees viable y realista implementar este enfoque a gran escala? Estas reflexiones nos invitan a considerar las implicaciones sociales, económicas y ambientales de esta alternativa, y explorar nuevas formas de consumo que promuevan la eficiencia, la reducción de residuos y la optimización de recursos.
En respuesta a Blanca Delgado Márquez
Re: La economía de suscripción
de María Gloria Lorenzo Granado -Buenas noches.
Es fascinante cómo el modelo de pago por uso transforma la manera en que percibimos la propiedad. Al desligarnos de la posesión material, nos enfocamos en la funcionalidad y el acceso, liberándonos de acumulaciones innecesarias. Es una idea que conecta profundamente con los principios de la economía circular y que también refleja un cambio cultural hacia la sostenibilidad.
Por supuesto, implementar este enfoque a gran escala trae retos. En términos económicos, requiere infraestructuras robustas y modelos claros de negocio para asegurar que sea rentable y accesible. Socialmente, implica un cambio en las mentalidades, especialmente en comunidades donde el sentido de pertenencia está ligado a la propiedad. Y ambientalmente, podría ser un paso importante hacia la optimización de recursos y la reducción de residuos.
Es fascinante cómo el modelo de pago por uso transforma la manera en que percibimos la propiedad. Al desligarnos de la posesión material, nos enfocamos en la funcionalidad y el acceso, liberándonos de acumulaciones innecesarias. Es una idea que conecta profundamente con los principios de la economía circular y que también refleja un cambio cultural hacia la sostenibilidad.
Por supuesto, implementar este enfoque a gran escala trae retos. En términos económicos, requiere infraestructuras robustas y modelos claros de negocio para asegurar que sea rentable y accesible. Socialmente, implica un cambio en las mentalidades, especialmente en comunidades donde el sentido de pertenencia está ligado a la propiedad. Y ambientalmente, podría ser un paso importante hacia la optimización de recursos y la reducción de residuos.
En respuesta a María Gloria Lorenzo Granado
Re: La economía de suscripción
de Blanca Delgado Márquez -Hola María Gloria,
Has captado perfectamente la esencia del modelo de pago por uso y cómo este representa no solo un cambio en la forma de consumir, sino también una transformación cultural más amplia.
Efectivamente, como bien señalas, la economía de suscripción implica un auténtico cambio de mindset en el consumidor, que deja de centrarse en la propiedad para enfocarse en el acceso, la funcionalidad y la eficiencia. Este giro tiene implicaciones muy interesantes a nivel social, al cuestionar el valor simbólico de "poseer"; a nivel económico, porque demanda nuevos modelos de negocio y servicios logísticos sólidos; y por supuesto, a nivel ambiental, al promover un uso más racional de los recursos y una fuerte reducción de residuos.
Gracias de nuevo por aportar una mirada tan completa y consciente.
Saludos,
Blanca
Has captado perfectamente la esencia del modelo de pago por uso y cómo este representa no solo un cambio en la forma de consumir, sino también una transformación cultural más amplia.
Efectivamente, como bien señalas, la economía de suscripción implica un auténtico cambio de mindset en el consumidor, que deja de centrarse en la propiedad para enfocarse en el acceso, la funcionalidad y la eficiencia. Este giro tiene implicaciones muy interesantes a nivel social, al cuestionar el valor simbólico de "poseer"; a nivel económico, porque demanda nuevos modelos de negocio y servicios logísticos sólidos; y por supuesto, a nivel ambiental, al promover un uso más racional de los recursos y una fuerte reducción de residuos.
Gracias de nuevo por aportar una mirada tan completa y consciente.
Saludos,
Blanca
Me parece algo realmente interesante pero creo que la sociedad no está aún implicada ni concienciada en este tipo de ideas. Se trataría de un reto que individualmente deberíamos valorar para poder desprendernos de la mentalidad consumista y material que ahora mismo nos rodea. Cada vez es más fácil, cómodo y accesible económicamente tener el producto que deseamos por la gran variedad, oferta y del corto plazo de tiempo que nos ofrecen para disfrutar de ello.
Si la publicidad del producto estuviese dirigida a enumerar los beneficios que aporta tanto al medio ambiente como a la sociedad y nos indicaran como ha sido y con qué materiales se ha hecho dicha producción, tocaríamos alguna que otra conciencia y daría que pensar al consumidor.
Aún así creo que es una genialidad y los jóvenes tienen la llave para comenzar a cambiar la dirección de nuestra sociedad.
Si la publicidad del producto estuviese dirigida a enumerar los beneficios que aporta tanto al medio ambiente como a la sociedad y nos indicaran como ha sido y con qué materiales se ha hecho dicha producción, tocaríamos alguna que otra conciencia y daría que pensar al consumidor.
Aún así creo que es una genialidad y los jóvenes tienen la llave para comenzar a cambiar la dirección de nuestra sociedad.
Hola Rubén,
Muchísimas gracias por tu reflexión. Has señalado muy bien uno de los grandes retos del modelo de pago por uso: la necesidad de un cambio cultural y de mentalidad.
Tu propuesta de visibilizar el impacto ambiental y social en la comunicación de productos me parece especialmente acertada. Educar a través de la información es una vía muy potente para generar conciencia y promover decisiones de consumo más responsables.
Y coincido contigo: las nuevas generaciones tienen un papel clave para impulsar este cambio de dirección.
Un saludo,
Blanca
Muchísimas gracias por tu reflexión. Has señalado muy bien uno de los grandes retos del modelo de pago por uso: la necesidad de un cambio cultural y de mentalidad.
Tu propuesta de visibilizar el impacto ambiental y social en la comunicación de productos me parece especialmente acertada. Educar a través de la información es una vía muy potente para generar conciencia y promover decisiones de consumo más responsables.
Y coincido contigo: las nuevas generaciones tienen un papel clave para impulsar este cambio de dirección.
Un saludo,
Blanca