Para crear valor sostenible mediante las relaciones con los clientes es posible plantear cómo estas relaciones se pueden reconfigurar o ampliar con el fin de reducir el impacto ambiental y aumentar el impacto social del negocio.

Las siguientes preguntas pueden resultar útiles para dar pasos en este sentido:

¿Cómo se podría reducir el impacto medioambiental de las relaciones con clientes? ¿Existe alguna manera en la cual la relación se puede mantener con un menor gasto de recursos?
¿La implicación de las comunidades de usuarios puede ayudar a proporcionar productos/servicios de forma más sostenible?
¿Se puede integrar el negocio en comunidades locales mediante aproximaciones colaborativas o la propiedad colectiva del negocio?
¿Hay alguna forma en la que se puede co-crear valor sostenible junto con los clientes?
¿Hay algunas formas de autoservicio que podrían hacer que los productos/servicios llegaran a personas pertenecientes a grupos vulnerables, que tienen dificultades para adquirir esos productos/servicios?
¿Se puede enseñar a los clientes reparar los productos y reducir así los desperdicios? En la venta de piezas también hay negocio.

Ejemplo

Vitaluz es una empresa mexicana que desarrolla e implementa sistemas de electricidad sostenibles para iluminar hogares con niveles bajos de ingresos. La empresa desarrolló relaciones con sus clientes que van más allá del pago por el servicio, capacitando a miembros de la comunidad como técnicos locales, en cada comunidad a la que proporcionaba servicios. Esto le permite a la empresa reducir los costes de mantenimiento e instalación y evitar que los paneles solares caigan en desuso a causa de problemas técnicos que se pueden resolver fácilmente. La inclusión de las comunidades en el modelo de operación ha sido clave a la hora de explicar su éxito.