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3. Técnicas de rodaje y postproducción

 

La grabación o rodaje de los contenidos audiovisuales del documental interactivo dista poco respecto del documental tradicional. 

El primer aspecto a tener en cuenta en la realización audiovisual es que se debe atender al principio de fragmentariedad, y deberán ser realizadas o editadas como unidades narrativas independientes de modo que faciliten la articulación del relato interactivo. Las grabaciones más habituales son las entrevistas a los protagonistas del relato, complementadas con insertos de planos recursos

Con independencia del diseño visual del webdoc, la puesta en escena de los contenidos audiovisuales tiende a ser formal en cuanto a grabación y formato. La realización de entrevistas apuesta por la naturalidad y abundan las grabaciones en exteriores con luz natural, o la presencia de interiores con un tratamiento lumínico a base de luces naturales indirectas y luces difusas, evitando una sensación de artificialidad mediante la utilización de luces y focos que, acaparando el espacio de la grabación y además aportando una luz que no resulte poco natural. Ya se trate de propuestas inmersivas 360 o en vídeo convencional, abunda de forma generalizada la grabación estática de entrevistas, bien mediante el uso de trípodes, estabilizadores o sliders

El uso de estrategias visuales algo más atrevidas con cámara en mano y planos aberrantes suelen ser recomendadas para contenidos complementarios y planos recursos. Y en el caso del vídeo en 360, la opción recomendada suele ser la grabación estática, no sólo para evitar la incomodidad y cierta sensación de mareo en el espectador, sino para evitar visibilizar en la escena al operador y al equipo técnico. Esto sucede porque al tratarse de una grabación en 360 grados, si giramos la pantalla podríamos ver al equipo técnico en el set de grabación, lo que restaría de efectismo a la grabación. 

En otros casos, llama la atención la grabación en estudio, generalmente enfocada a puestas en escena algo más creativas con uso de chroma key, lo que requiere trabajar posteriormente en postproducción. La edición de estos contenidos suele ser similar a la de cualquier pieza informativa audiovisual convencional, si bien a menudo suele ser complementada con infografías o bien contenidos audiovisuales adicionales a los que se pueden acceder a través de hipervínculos, ya sean botones o banners en la propia interfaz. 

En la actualidad, el atractivo del vídeo inmersivo compite a la vez con la limitación tecnológica que supone en la mayoría de ocasiones. Partimos de una puesta en escena convencional para un consumo de vídeo bidimensional en la propia pantalla del ordenador, y a partir de la cual se puede navegar por la imagen a partir del movimiento del ratón. Por otra parte, la visualización de vídeo 360 se puede alcanzar a partir del uso de dispositivos móviles, cuyo movimiento y orientación en distintas direcciones permite al usuario seleccionar el ángulo de observación deseado. Sin duda, las opciones más comunes y asequibles en la mayoría de los hogares son las que realizan la navegación a través de un ordenador o un dispositivo móvil, aunque sean opciones que difícilmente se pueden considerar como genuinamente inmersivas (Barreda-Ángeles, 2018). Frente a estas opciones, los sistemas que aportan una experiencia inmersiva eficaz suelen ser las gafas de realidad virtual o también llamados HMD (Head-Mounted Displays), que permiten la visualización mediante una pantalla montada sobre unas gafas.

Como en cualquier proyecto audiovisual, la captación y registro del sonido se recomienda que sea respaldada con grabadores externos, independientes a las propias cámaras. De este modo, se pueden registrar y procesar sonidos multicanal tanto para las voces de entrevistas como para el resto de fuentes sonoras del proyecto. El procesado y postproducción sonora suele realizarse con softwares específicos como Audition o Protools. La utilización de softwares específicos para el tratamiento del sonido permite poder disponer de una pista de audio perfectamente procesada, en la que se integran voces de las entrevistas y de la narración, junto a músicas y efectos sonoros y de ambiente (conocido como foley). 

Todo el sonido procesado en aplicaciones específicas de audio permite que luego se pueda incorporar como una banda sonora integrada en el proyecto del editor de vídeo, en el que se monta todo el proyecto de vídeo y audio. Los editores de vídeo más populares y extendidos son Adobe Premiere, Final Cut, que predominan en proyectos de medios de comunicación y productoras audiovisuales, frente a softwares de edición de vídeo más profesionales como Avid Media Composer cuyo rendimiento está más orientado a proyectos de mayor formato como el la ficción televisiva, el cine o la publicidad.

La fase de postproducción del webdoc no se considera una etapa única y aislada del resto, ya que el procesado en postproducción abarca desde el tratamiento de los audios y vídeos grabados (aplicación de filtros, corrección de color, chroma key, etc.) hasta la elaboración y animación, en su caso, de grafismo e infografías que podrán ser integradas en el propio contenido audiovisual o en la interfaz navegable del proyecto.

 El trabajo de diseño gráfico e infografía es complejo y está presente desde el comienzo del proyecto del desarrollo de un webdoc. Partiendo de una guía de estilo o identidad gráfica, el diseño de la identidad visual del proyecto se desarrolla con herramientas de diseño gráfico como pueden ser Adobe Illustrator, Adobe Photoshop o Figma, entre otros. A partir de estos elementos se diseña también la cabecera o página de inicio del portal, en la que suele predominar la representación visual de la historia generalmente a partir de un fotograma o animación breve del webdoc, y que irá acompañada del menú de navegación donde se puedan visualizar los diferentes apartados y conocer las diferentes opciones de acción posibles. Como decimos, en ocasiones, el proceso de diseño de la interfaz y la utilización de editores interactivos para la configuración y programación del webdoc suponen una fase complementaria al propio proceso de postproducción. Pero una vez realizada la fase de grabación y empezado el proceso de postproducción, el diseño visual e infográfico vuelve a tener protagonismo en la fase de postproducción. Es habitual que la incorporación de cabeceras, rótulos, entrevistas en chroma key, entre otros, puedan incorporar vídeos, imágenes, iconos, colores o elementos representativos de la identidad visual del proyecto. 

A modo de aclaración, hay que tener en cuenta que la fase más básica del proceso de postproducción comienza con la edición o montaje. Durante la edición se escogen los fragmentos de las grabaciones, ya sean planos recursos o entrevistas, y se van organizando y colocando de forma ordenada para que el relato tenga sentido. Esta fase de edición, aunque sea la más básica, resulta esencial para la construcción narrativa del proyecto. 

Por otra parte, en ocasiones es necesario realizar determinadas tareas o incluir técnicas de procesado de imagen para dotar al proyecto de un carácter estético propio. Esto pueden ser efectos de vídeo, animaciones infográficas, inclusión de chroma keys o corrección de color, entre otros. Estas técnicas de postproducción suelen ser más complejas y se aplican durante la finalización de la edición y son consideradas tareas específicas de postproducción. Este nivel de especialización técnica se evidencia en el uso de softwares concretos para cada ámbito. Así, junto a los softwares de edición como Adobe Premiere, Final Cut, Sony Vegas o Avid Media Composer, destacan softwares de composición más avanzados como Adobe After Effects o DaVinci Resolve, entre otros.

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