Proceso de compresión que no permite en la descompresión
recuperar exactamente la información original. Hay que tener en cuenta que a
veces esto no es un problema pues puede ser que el archivo original contenga un
exceso de información no útil. Por ejemplo, una imagen puede tener
(innecesariamente) mayor resolución de la que es capaz de percibir el ojo
humano: por medio de una compresión con pérdidas se puede reducir el tamaño del
archivo sin que seamos capaces de percibir una disminución de calidad.