Existen diversos estilos de liderazgo, cada uno con sus propias características y enfoques. Aquí se muestran algunos de ellos:

Liderazgo Autocrático:
En este estilo, la persona que ejerce el liderazgo toma decisiones de manera unilateral y ejerce un alto grado de control sobre el equipo. Las directrices son claras y se espera que los miembros del equipo sigan instrucciones sin cuestionar. Este estilo puede ser eficaz en situaciones de crisis o cuando se requiere una toma de decisiones rápida, pero puede limitar la creatividad y la motivación de los empleados.
Liderazgo Democrático:
Se involucra a los miembros del equipo en el proceso de toma de decisiones. Se fomenta la participación, se escuchan diversas opiniones y se busca el consenso. Este estilo suele promover la colaboración y la creatividad, pero puede ser más lento en la toma de decisiones.
Liderazgo Humanista:
Consiste en confiar en los demás, ser éticos, tener compasión y participar como un todo colectivo. Un sistema de liderazgo humanista tiene una visión, una misión, unos valores y unos comportamientos esperados claros y alineados con una comunicación transparente y sin competencia interna.
Liderazgo Transaccional:
La persona que lidera realiza un intercambio con los miembros del equipo basado en recompensas y castigos. Se centran en el cumplimiento de metas y en la ejecución eficiente de tareas. Este estilo es efectivo para tareas rutinarias y predecibles, pero puede limitar la creatividad y la motivación intrínseca.
Liderazgo Coach:
Se centran en el desarrollo individual de los miembros del equipo. Brindan orientación, apoyo y oportunidades de aprendizaje para ayudar a los empleados a alcanzar su máximo potencial. El enfoque está en el crecimiento a largo plazo y el empoderamiento.
Liderazgo Carismático:
Estos líderes poseen una personalidad magnética y son capaces de inspirar a los demás con su entusiasmo y visión. Su influencia se basa en su carisma y habilidades de comunicación convincente.
Liderazgo Laissez-Faire:
En este enfoque, la persona lider adopta un papel de "dejar hacer". Proporciona a los miembros del equipo una gran autonomía y libertad para tomar decisiones y gestionar su trabajo. Puede ser efectivo cuando el equipo está formado por expertos altamente autónomos, pero puede llevar a la falta de dirección en algunos casos.
Liderazgo Situacional:
Este estilo implica adaptar el enfoque de liderazgo según la situación y las necesidades del equipo. Los/las líderes evalúan el nivel de competencia y el compromiso de los miembros del equipo y ajustan su estilo en consecuencia.
Es importante recordar que no existe un estilo de liderazgo universalmente correcto; el estilo adecuado vendrá de factores como la cultura de la organización, el equipo, la tarea y el contexto en el que se trabaja. Hay líderes que combinan elementos de varios estilos según las circunstancias.