Este problema se asocia con la acumulación de sales en el suelo. Las sales acumuladas pueden ser de muy diversa naturaleza y grado de solubilidad (cloruros, sulfatos, carbonatos y bicarbonatos, de sodio, potasio, magnesio y calcio principalmente). Se relaciona con el uso de agua de riego de mala calidad (especialmente en zonas costeras y asociada a una sobreexplotación de los acuíferos costeros), o a una reducción de la capacidad de drenaje del suelo, que termina por acumular sales solubles en su matriz. Genera una pérdida de productividad en los cultivos y puede ocasionar el abandono de grandes extensiones de tierras agrícolas en las zonas afectadas.
3.1. El suelo: un recurso esencial que hay que cuidar
3.8. La salinización del suelo
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