El concepto de Software como Servicio (SaaS) consiste en la entrega de aplicaciones como servicio, siendo un modelo de despliegue de software mediante el cual el proveedor ofrece licencias de su aplicación a los clientes para su uso como un servicio bajo demanda. Esta idea se centra en que el software ya no sea un bien que se compra sino un servicio que se utiliza. Así, para usar un programa informático, ya no hay que comprarlo e instalarlo en el ordenador (o en todos los diferentes ordenadores que se usan), sino que podemos acceder a una página web, registrarnos y utilizar el software de forma remota, normalmente mediante el propio navegador web.
Los proveedores de los servicios SaaS pueden tener instalada la aplicación en sus propios servidores web (permitiendo a los clientes acceder, por ejemplo, mediante un navegador web), o descargar el software en los sistemas del contratante del servicio. En este último caso, se produciría la desactivación de la aplicación una vez finalice el servicio o expire el contrato de licencia de uso.
Ejemplos
El ejemplo más claro del software como servicio (SaaS) es el del correo electrónico (p. ej., Gmail de Google). Con un servicio de correo en la nube (como p. ej. Gmail, Yahoo! o Hotmail) basta con tener en el ordenador un navegador web. Gestionar el correo pasa a hacerse directamente con un servicio de Internet en el que nos identificamos y procedemos a utilizar sin tener que pensar en instalaciones ni actualizaciones. Además, el correo en Gmail, Yahoo! etc, ahora en la nube, es accesible desde cualquier ordenador conectado en Internet, siempre con la misma configuración, siempre con el mismo contenido.
Como con el correo, hay infinitud de servicios que podemos encontrar como SaaS y pueden sustituir gran parte, si no todo, de lo que hacemos con el ordenador de sobremesa y el conjunto de programas que hemos instalado. Del mismo modo que podemos utilizar el correo desde cualquier ordenador, podemos también tener una hoja de cálculo no en nuestro disco duro, sino en un servicio en la nube (p. ej., los Documentos de Google), de forma que sea posible consultarlo y editarlo desde cualquier lugar.