Ya se ha mencionado como en los procesos gamificados los objetivos son elementos esenciales a la hora de motivar al estudiante para seguir participando en las actividades propuestas y mejorar su desempeño. Pero también se deben tener en cuenta como forma de fomentar el aprendizaje: el compromiso, la satisfacción y los logros del alumnado.
En el caso de los objetivos, estos iban a consistir en metas específicas que consiguieran fortalecer el aprendizaje y que el alumnado debería alcanzar para superarlo. También, la importancia de que estos objetivos fueran claros, medibles y alcanzables, de forma que el alumnado sienta el progreso y vea recompensado su esfuerzo. Pero en el caso de los logros, estos van a ser entendidos como aquellas recompensas obtenidas una vez que se alcancen los objetivos establecidos. Estos logros pueden establecerse como: trofeos, medallas, insignias, niveles, puntos, etc… y su finalidad es reconocer el esfuerzo y progreso del estudiante; lo que será significativo y relevante a la hora de despertar una motivación intrínseca que le haga seguir participando y mejorando en su proceso de enseñanza.
Es por ello que, en todo proceso de ludificación los objetivos y logros deben diseñarse minuciosamente, comprobando que se encuentren alineados con los objetivos principales de la acción formativa y las demandas del contexto donde se desarrolle. Por otro lado, será esencial que generen un reto desafiante en el estudiante, que sean alcanzables y retadores para que no se desanimen en el proceso. Esta será la herramienta que lidere el proceso y con ello el éxito de la propuesta formativa gamificadora.
Se detallan, por tanto;
- La importancia de utilizar retos en situaciones reales y establecer diferentes niveles de complejidad.
- La propuesta debe llevar una trama convincente y atractiva. Es decir, la introducción será primordial a la hora de motivar y desarrollar la motivación extrínseca e intrínseca, despertando pasión entre el alumnado por su aprendizaje.
- La necesidad de medir el progreso para comprobar si resulta efectiva la estrategia que estamos aplicando (encuestas o estadísticas).
- Existencia de un correcto feedback entre el alumnado que posibilite la resolución de problemas y conocer la opinión del estudiante durante todo el proceso.
- La no medición de la acción en términos absolutos. Es decir, la gamificación es un proceso vivo y abierto que se engrandece conforme se adapta al contexto y a las necesidades individuales.
- Debe tener como resultado un proceso de “engagement” con el alumnado. Este debe divertirse en todo momento, sin obviar, y con ello las finalidades perseguidas, el transformar el proceso de aprendizaje en una experiencia constructora de conocimiento.
En definitiva, ¿cómo vamos a lograr alcanzar los objetivos en las estrategias de gamificación?
Para lograr los objetivos en las estrategias de gamificación, se pueden seguir los siguientes pasos:
- Definir los objetivos: Es importante definir los objetivos que se quieren alcanzar mediante la gamificación. Por ejemplo, si se quiere aumentar la motivación de los empleados, se debe establecer cómo se medirá el éxito en términos de aumento de la productividad o reducción del absentismo.
- Identificar los comportamientos deseados: Una vez que se han definido los objetivos, se deben identificar los comportamientos que se quieren fomentar en los participantes del juego. Estos comportamientos deben estar alineados con los objetivos establecidos.
- Diseñar el juego: El siguiente paso es diseñar el juego de acuerdo con los objetivos y comportamientos deseados. El juego debe ser interesante y desafiante para los participantes, pero también debe ser fácil de entender y utilizar.
- Implementar el juego: Después de diseñar el juego, se debe implementar en la plataforma o aplicación que se utilizarán para gamificar. Es importante asegurarse de que el juego esté disponible para todos los participantes y que se comuniquen claramente las reglas y objetivos.
- Medir y ajustar: Una vez que el juego está en marcha, es importante medir su efectividad en los términos de los objetivos establecidos. Si los resultados no son los esperados, se deben hacer ajustes en el diseño del juego para mejorar su eficacia.
- Reforzar la motivación: Finalmente, es importante reforzar la motivación de los participantes en el juego. Esto se puede lograr mediante la creación de recompensas y reconocimientos para los jugadores más activos y exitosos, lo que puede fomentar la competencia y la motivación para seguir participando en el juego.
La importancia otorgada a los objetivos y logros en la gamificación será primordial a la hora de basarnos en el rendimiento del estudiante, persiguiendo conseguir resultados positivos en el proceso de enseñanza y aprendizaje, generando un aumento del aprendizaje y la retención de información en el estudiante.