Introducción
La importancia de los artrópodos en la Salud Pública y Animal es incuestionable, no sólo porque muchos de estos organismos son parásitos per se, sino porque otros tantos son vectores de un amplio abanico de agentes infecciosos -ya sean bacterias, virus o parásitos-.
Entre estos vectores destacan especialmente los pertenecientes a las clases Insecta y Arachnida. Como artrópodos vectores de patógenos habituales tenemos las chinches transmisoras de la enfermedad de Chagas, los flebotomos en el caso de la leishmaniosis, los culícidos con enfermedades del calado sanitario de la malaria entres otras tantas, los piojos con las fiebres de las trincheras, las pulgas que transmiten bacterias de la importancia de Yersinia pestis -agente causante de la peste bubónica-, los simúlidos, transmisores de Onchocerca volvulus -causante de la ceguera de los ríos-, los tábanos, vectores del nematodo Loa loa, el género Glossina con las especies que transmiten la tripanosomiasis africana o chinches de la cama -género Cimex- que, aunque no demostrada su capacidad vectorial, se han asociado con virus como el de la hepatitis B. Especial mención merecen las garrapatas duras o ixódidos, capaces de transmitir toda una serie de virus, bacterias y parásitos (géneros Babesia o Theileria), así como toxinas paralizantes. Incluso la mosca doméstica, entre otras especies, podría actuar como vector mecánico de diversas amebas y protozoos flagelados.
Tabla 1. Principales artrópodos con capacidad vectorial
Fuente: Portillo et al. Med Clin (Barc). 2018; 151 (11): 450-459.
Para adaptarnos a los contenidos generales de este MOOC, en este apartado nos centraremos únicamente en los dípteros vectores de patógenos distintos de los comúnmente denominados como “mosquitos” (familia Culicidae), ya que estos serán abordados en otros apartados de este curso. En esta unidad, nos referiremos, más concretamente, a los flebotomos.