Foro del Módulo 6

Hola a todos. Un asunto apasionante este de la educación ambiental. Voy a plantear un problema con el que me he encontrado en los Institutos en los que he trabajado. Está relacionado con lo que en este tema se expone sobre "la complejidad del aprendizaje".

Veo que los Centros llevan a cabo una variedad de actividades relacionadas con el reto de afrontar la emergencia climática y la crisis medioambiental pero, en demasiadas ocasiones, todo parece convertirse en una protesta hacia algo externo o alejado de la responsabilidad del discente. Concreto lo que digo, para que se vea más claro:
Un Centro, con muy buena intención, organiza un programa interdisciplinar con una serie de actividades relacionadas con la preservación del medio natural. Primero viene un equipo externo y da una charla (con imágenes impactantes) del resultado en nuestros mares de la mala gestión de la actividad humana, luego los alumnos elaboran una serie de carteles con propuestas para revertir y/o mejorar este problema (se cuelgan en las paredes del Centro). Además, se escribe y se envía un manifiesto con un conjunto de demandas a las autoridades de la zona. ¿Ha habido un verdadero aprendizaje? Para mí la respuesta es clara, solo hace falta dar una vuelta por el patio del instituto después del recreo, mirando al suelo: trozos de papel de aluminio, plásticos, chicles, pajitas y tetrabriks de zumos, latas... (colillas incluso). Todo tirado.

Esto enlaza con uno de los dilemas de la Tabla 1: ¿Los problemas ambientales deben ser resueltos por "especialistas" o todas las personas deben implicarse en la "resolución" de los problemas ambientales? Sin un aprendizaje correcto, que nos implique a todos, la culpa y la responsabilidad serán siempre del otro y nuestros alumnos se verán solo como victimas. Como dice el preámbulo de la LOMLOE "los centros docentes han de convertirse en un lugar de custodia y cuidado de nuestro medio ambiente". Pienso que es mejor que empecemos por enseñarles que cuidar su instituto es cuidar el medio ambiente y que tiene el mismo valor recoger un plástico en el suelo del polideportivo que recogerlo en la playa. No somos víctimas sino protagonistas de esta historia.