Los electrodomésticos tradicionales son aparatos electromecánicos que realizan tareas rutinarias en el hogar, tales como lavar la vajilla, cocinar o conservar alimentos. Son equipamientos de uso común en nuestras viviendas, prácticamente todos los hogares disponen de frigorífico, lavadora, horno, horno microondas, aspiradora, plancha, lavavajillas y cafetera, y una gran parte también tiene secadora, robot de cocina o robot de limpieza de suelo, por poner algunos ejemplos.
Los electrodomésticos inteligentes o domóticos se diferencian de los tradicionales en su capacidad de comunicación. La interconexión de estos dispositivos facilita que intercambien información y permite su programación remota y monitorización vía Internet a través de aplicaciones móviles que permiten valiosas funcionalidades avanzadas: inicio / paro remoto, programación remota, consulta de estado, funcionamiento por prioridades, telediagnosis (fallos de sensores, averías, detección de situaciones anómalas, mantenimiento, etc.) y asistentes desde internet.
Por ejemplo, el control remoto del frigorífico permite la activación de enfriamiento rápido, detección de rotura de cadena de frío o detección de puerta abierta. Y deja de ser solo un lugar donde almacenar alimentos para convertirse además en una interfaz desde la que es posible acceder a internet, descargar recetas o hacer la compra online. El control de la lavadora permite la selección de programa de lavado, detección de puerta abierta, medida de la carga de ropa, detección de fallo de calentamiento, detección de motor averiado, detección de desequilibrio de tambor, o descarga de Internet de los programas adecuados para cada tipo de ropa. Para las placas de cocina, robots de cocina y hornos, además de las funciones de control y diagnosis, se incluye asistente de cocina y recetas por internet.