Se define el agua caliente sanitaria (ACS) como el agua potable calentada destinada al consumo humano para usos sanitarios y de limpieza.

Podemos distinguir tres tipos de sistemas de producción de ACS:
- Instantánea: consiste en un intercambiador de calor dimensionado para potencia instantánea máxima (caudal punta).
- Por acumulación: para reducir la potencia necesaria del agua caliente se acumula en depósitos de manera que se disponga de una reserva para el momento de máxima demanda.
- Por semiacumulación: los depósitos son de menor volumen que por acumulación y la potencia mayor, pero inferior a la potencia del sistema de potencia instantánea máxima.
Los intercambiadores de calor pueden ser serpentines inmersos en el interior del depósito o intercambiadores de placas externos. Los primeros requieren una sola bomba de circulación mientras que los segundos requieren dos, una para el circuito primario y otra para el secundario.
La normativa sobre prevención de la legionelosis fija en 60ºC la temperatura continua de acumulación, y exige que, al menos una vez al año, toda la instalación alcance los 70ºC