Foro del Módulo 1

Quiero comenzar con el primer punto a tratar:
En el Diálogo de Fedro, Platón utiliza la metáfora del carro tripulado por un auriga (persona que tira del carro), cuyo carruaje es tirado por dos caballos para representar el alma humana. En esta metáfora, el auriga simboliza la razón o la mente consciente, mientras que los caballos representan diferentes aspectos del alma: el caballo blanco representa la nobleza, la voluntad y el impulso hacia el bien, mientras que el otro caballo es negro, de peor raza, representa los deseos descontrolados o los impulsos irracionales.

Por otro lado, el Mito de Faetón es una narrativa mitológica que presenta una serie de eventos con un significado simbólico. Faetón, hijo del dios Sol, intenta conducir el carro (el sol) de el dios Helio, su padre, sin tener la habilidad ni el control necesario. La metáfora aquí es la imprudencia y la arrogancia que llevan a consecuencias catastróficas. Faetón representa la juventud inexperta y la falta de control sobre el poder divino, lo que resulta en caos y destrucción.

En conclusión, el Diálogo de Fedro se centra en la naturaleza del alma humana y su proceso de ascenso hacia la Verdad y el Bien, buscando de una explicación a los conceptos filosófico, mientras que el Mito de Faetón utiliza la metáfora para ilustrar los peligros de la imprudencia y la falta de control sobre el poder, queriendo impartir lecciones morales y explicar fenómenos naturales.

En la versión de Ovidio, aunque contiene una clara comparación de la caída de Faetón con las estrellas fugaces, es más fácil ver alusiones de tipo moral sobre los peligros del atrevimiento juvenil y la imprudencia. En cambio, la interpretación de Platón es más claramente racionalista, al presentar el mito como una referencia a cataclismos naturales incendiarios (¿caída de meteoritos?), comparables a los diluvios por su fuerza destructora. También Bocaccio lo verá de este modo.
He encontrado muchas representaciones artísticas del mito de Faetón, sobre todo de los siglos XVI y XVII, y es curioso que la mayoría de ellas reflejan la caída, no el emocionante paseo previo en el carro paterno. Me parece que eso avala la intención fundamentalmente moralizante con que se interpreta el mito, ya que el acento se pone en el castigo más que en la acción temeraria. Sin duda, la representación plástica del castigo divino funciona con tanta eficacia como la predicación oral o escrita.
Lo que más me llama la atención en todas las interpretaciones históricas de este mito -quizá suceda con todos- es la gran variedad de puntos de vista que aparecen. Además de la perspectiva moral ya mencionada como ejemplificación de las consecuencias de la imprudencia y la soberbia, cabe una interpretación racionalista como la de Platón aludiendo a catástrofes naturales del pasado. Pero también se encuentran visiones historicistas que hacen de Faetón el fundador de Turín al caer en el río Po (Erídano), políticas como las que alertan del peligro de que los jóvenes ostenten el poder, o con un trasfondo social, viendo en Faetón a quienes causan daño a los demás, provocando por ello su propia perdición.
No faltan las versiones cristianas del mito que ven en Faetón un paralelismo con Lucifer enfrentándose al Dios – Sol, o comparan el relato con pasajes bíblicos semejantes: el sol detenido por Josué, la destrucción de Sodoma por el fuego, Elías en su carro de fuego…
En fin, que buscar información sobre un mito parece una caída sin final.